Tarot:

Un oráculo milenario y misterioso, un arte de transformación personal, una pauta certera para el viaje que emprende cada ser humano en busca de la sabiduría.

“El verdadero tarot está integrado por símbolos de nuestro inconsciente colectivo, combinados entre sí de manera que nuestras experiencias diarias adquieren un sentido espiritual”.

William G. Gray, The Sangreal Tarot

El origen histórico de Tarot está rodeado de misterio y conjeturas.

Algunos creen que procede de los libros sagrados del antiguo Egipto,

otros que se originó en la India o en China y que los gitanos lo introdujeron

en Europa. Hay quienes piensan que fue inventado por un grupo de

cabalistas de la Edad Media. En sus símbolos se han detectado influencias

tan variadas como ritos griegos, el gnosticismo, el neoplatonismo,

el hermetismo, los cátaros, las antiguas filosofías árabes y la cábala judía.

Se ha dicho que el Tarot atesora los secretos del universo y encierra la llave

de la verdadera naturaleza de los seres humanos.

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Hoy en día, la gente se aproxima al Tarot considerándolo más como un instrumento metafísico, que como un juego de adivinación. Y, aunque el desconocimiento sobre esta baraja es bastante grande, las asociaciones esotéricas que despierta son evidentes.

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El Tarot puede utilizarse como un medio para reflexionar, para conocerse a uno miso y para desarrollar la creatividad. Sus imágenes tienen gran valor creativo y terapéutico. El Tarot es un libro de la vida, un libro de sabiduría. Al conocer el Tarot, nos conocemos a nosotros mismos. 

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