Cuando la Opinión de los demás importa más que tu propia opinión.

¿Qué opinas sobre aquellas personas que se validan con la opinión externa que existe sobre ellos y no recurren a validarse interiormente?

Si bien la autoestima tiene relación con otros, el nivel de aprobación que recibimos del entorno, el sentido y grado de pertenencia a un grupo y la identificación con el resto, no quiere decir que toda nuestra energía la debamos poner en el exterior. También nuestra autoimagen se va formando a partir del feedback que recibimos; pero aun así, la opinión externa deja de afectar en la medida que estamos en comunión con nosotros mismos, conectados con nuestro ser, disfrutando de los procesos que vamos viviendo.

Después de todo, las opiniones, opiniones son, y existen tantas y tan diversas como personas en el universo. Y es que no hay verdades absolutas ni instituciones o personas que las conozcan; no son patrimonio de nadie.

De todas maneras, la mayoría de nosotros gozamos con el aplauso y halago de los demás; pero cuando esto se vuelve una necesidad y se sobrepone a nuestras decisiones y comportamientos, entonces estamos en problemas.

Señales de alerta:

- Actuar demasiado complacientemente con el resto, con la expectativa de que seremos compensados con aprobación.

- Asentir, aún estando en completo desacuerdo.

- Cambiar nuestras creencias frente a determinada situación, sólo para estar de acuerdo con el grupo.

- No saber decir que no. Incluso te comprometes a hacer algo que vaya en tu desmedro.

Da la pelea: Combate la necesidad de aprobación, ten en cuenta algunas sugerencias:

- No somos monedita de oro.

- Quien no aprueba tus ideas o comportamientos, no te está rechazando a ti.

- Tu opinión interna es la que más vale.