Un Plan Simple….. No Existe excusa para no cambiar

Con los últimos avances sobre la Neuroplasticidad del cerebro (y su capacidad de evolucionar hasta el último de sus días) y los nuevos hallazgos sobre la epigenética (influencias del entorno interno y externo sobre la membrana de los genes que pueden contribuir a que estos se activen o desactiven), estamos en condiciones de afirmar que ya no hay excusas para trabajar en dirección al desarrollo pleno que deseemos lograr.

He aquí algunos pasos que te ayudarán a ser quien quieres ser, cambiando algunos de los aspectos de tu vida que no te hacen feliz:

1. Toma consciencia de tu situación actual: Identifica el área de tu vida que quisieras mejorar y define claramente aquellos aspectos que deseas cambiar.

2. Traza un objetivo claro y concreto, lo más acotado posible, que se pueda medir periódicamente y al final del proceso.

3. Reconoce la intensidad de la motivación para cambiar. Si esta es alta, sigue adelante, si no lo es, entonces cambia de objetivo. No debe haber contradicción entre lo que planeas hacer y tus emociones al respecto. Necesitas alinear pensamientos o ideas con las emociones y disminuir así a lo más mínimo las disonancias.

4. Identifica la funcionalidad o beneficio secundario de mantener la inercia y No Generar un cambio. Por ejemplo: Mantener un estado de salud precario, con varios síntomas a consecuencia de somatizar Estados de ánimo.

Implícitamente, tenemos algunos propósitos, conscientes o no, tales como:

- Llamar la atención y solicitar ayuda emocional.

- Evadir responsabilidades de la vida.

- Impedir involucrarse en trabajos más demandantes o de mayor crecimiento.

- Unificar una familia dividida en torno al “enfermo”.

5. Información: Dale argumentos para el cambio a tu cerebro. Utiliza distintas fuentes para reducir al máximo la disonancia cognoscitiva. (Entre ideología y conducta). Convéncelo que lo que quieres lograr es una situación más favorable que la que tiene en el presente. Cambia la batería de creencias que tienes hoy respecto al tema; no querrás obtener más de lo mismo. Reconoce las emociones involucradas de hoy y cámbialas.

6. Monta una hoja de ruta, con tiempos, hitos y empieza a trabajar.

7. Visualización Cuántica: imagínate, programadamente, por un determinado tiempo diario como si la transformación ya hubiera ocurrido. También puedes hacerlo a través de una meditación.

8. Persevera; aplica todo tu empuje y fuerza de voluntad para promover el cambio

9. Festeja cada hito logrado y reflexiona si tu plan sigue en curso tal como está o si debes ajustarlo.

10. Actúa como si ya hubieras alcanzado el objetivo; háblala en voz alta. Traduce tus pensamientos en conducta. Recuerda que el cuerpo aprende más rápido que la mente.

11. Repite el plan por un tiempo suficiente – 6 a 8 meses – para lograr desmantelar los antiguos hábitos y adoptar como automática tu nueva forma de actuar.